"El amanecer de lo bello: ¿Un futuro utópico?" de Christiane Haid

Obra de arte: "El mundo flotante" de Marion Donehower 

 

"En el contexto de la calamitosa situación mundial actual, en la que asistimos a amenazas siempre presentes de destrucción y oscuridad, los pensamientos sobre la Belleza y lo Bello asumen un aura de especulación utópica. Por otra parte, tales especulaciones podrían considerarse caminos hacia la luz. Ante el sufrimiento, la destrucción y la muerte, ¿puede un cuestionamiento más profundo de la Belleza y lo Bello iluminar nuestra situación mundial, o nos estamos limitando a caer en fantasías utópicas?".

Christiane Haid, directora de la Sección de Artes Literarias y Humanidades del Goetheanum, se juega la respuesta a esta importante pregunta.Christiane Haid, doctora en Filosofía, es la directora de la Sección de Artes Literarias y Humanidades, de la Sektion für Schöne Wissenschaften ("Bellas Ciencias", como se denomina en alemán) y de la Sección de Artes Visuales ("Bildende Künste") del Goetheanum de Dornach, Suiza. La Sección Norteamericana de Artes Literarias y Humanidades colabora estrechamente con Christiane; otros ensayos suyos han aparecido en este sitio, como el publicado el 3 de octubre de 2021.

El presente ensayo explora un tema importante en nuestra Sección: La belleza y lo bello. Rudolf Steiner puso la "Belleza" en primer plano cuando fundó y dio nombre a la Sección de Ciencias de la Belleza en 1924, con el poeta, novelista, ensayista y dramaturgo Albert Steffen al frente. Haga clic en esta frase para leer un ensayo publicado recientemente sobre Albert Steffen. Haga clic en esta frase para leer un ensayo sobre la Historia de la Sección en Norteamérica. Este ensayo apareció originalmente en alemán en un número reciente de El Goetheanum.

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Ensayo Traducción de Bruce Donehower


 

1. La belleza y el mal

En la primera de sus Cinco meditaciones sobre la belleza (1), el poeta y calígrafo chino François Cheng contrapone la Belleza y el Mal. Cheng describe lo controvertido y provocador que resulta hablar de la Belleza frente a la "miseria omnipresente, la violencia ciega, las catástrofes naturales y los desastres ecológicos" (2) a los que nos enfrentamos hoy en día. Para François Cheng, la Belleza y el Mal constituyen dos polos de la realidad humana del universo en que vivimos.

Goethe nos dio una imagen similar en el tercer acto de Fausto Parte IIdonde yuxtapone a Helena (la mujer más bella de la Grecia clásica, por la que lucharon y murieron héroes) con Forkyas, el anciano guardián del palacio del padre de Helena. Phorkyas es una anciana inimaginablemente fea tras la que se esconde Mefistófeles. En Phorkyas, Helena se enfrenta a un ser a la vez feo y malvado y, tal como lo presenta Goethe, la bella mujer se encuentra bajo la amenaza mortal del Mal y la Fealdad. Phorkyas anuncia a Helena que la vuelta a casa de su marido podría conducirla a la muerte. Su marido, presa de los celos, contempla la posibilidad de sacrificar a su esposa a los dioses. El encuentro con la Fealdad y el Mal absolutos desencadena en Helena una crisis de autoconocimiento. En el momento de mayor peligro, se pregunta quién es y de dónde viene. Se reconoce en el espejo de la Fealdad. Es testigo de su verdadera esencia. Belleza, Fealdad y Maldad siguen siendo cualidades mezcladas en la obra de Goethe.

Partiendo de sus propias ideas sobre el arte y la estética, Rudolf Steiner habló de lo Bello y lo Feo en el contexto de su descubrimiento de la doble naturaleza del Mal. No sólo lo Bello sino también lo Feo son para él elementos constitutivos del arte y de la creación artística:

"Si realmente queremos apoderarnos del arte, nunca debemos olvidar que lo último del arte en el mundo es la interacción de lo Bello y lo Feo, la presentación de la batalla de lo Bello con lo Feo. Porque sólo contemplando el equilibrio dinámico entre lo Bello y lo Feo nos mantenemos en cuatro patas dentro de la realidad, en lugar de en una realidad luciferina o ahrimánica unilateral que no es la nuestra -una realidad luciferina y ahrimánica unilateral, sin embargo, en la que Lucifer y Ahrimán se esfuerzan por atraparnos". (3) 

- Rudolf Steiner

Una actitud artística progresista de creatividad en la era moderna no yuxtapone dos extremosPara nosotros, representa más bien una interacción activa de dos extremos. Un extremo lo designamos luciferino (antes la Belleza); el otro extremo lo designamos ahrimánico (antes lo Feo).

Byung Chul Han, filósofo de raíces coreanas residente en Berlín, dio a su libro de 2015 un título que puede leerse como una llamada a la acción: La salvación de lo bello (4). Su investigación filosófica sobre la historia de lo bello concluye con la frase: "Hoy nos encontramos en una crisis de lo bello, en la medida en que lo bello se ha reducido a enunciados como "me gusta esto o aquello", reducido a categorías de comodidad y placer aleatorio, reducido a lo bonito. La salvación de lo bello significa, por tanto, que la salvación de la belleza es la salvación de lo que une las cosas". (5) Si aquí se habla de salvación, es porque se refiere a algo que estuvo al alcance de la mano, pero que la cultura actual ha perdido:

"El Hermoso de hoy está privado de toda bendición. Ya no es un advenimiento de la verdad. Ninguna diferencia ontológica, ningún Eros lo protege del consumismo. . . Nuestro Testimonio de lo Bello da paso a un Gusto por un producto de consumo atractivo y agradable." (6)

- Byung Chul Han

Pero, ¿qué hemos perdido aquí? ¿Cuál es, entonces, el significado o la tarea de lo Bello o la Belleza? Han se remite a Platón y señala el concepto de "Vinculación" como una posible perspectiva de comprensión. Para Platón, la Belleza pertenecía al Ser eterno (7) y, por tanto, era imperecedera. Al referirse a la "Vinculación", Han apunta a un estrato de la existencia que aprecia lo Bello como una cualidad dotada de duración; apunta a lo infinito. Para captar este aspecto de la Belleza, Han se remonta al punto de partida de la filosofía: a Platón en la antigua Grecia.

 

2. Sobre el fundamento ideal de la belleza

En el diálogo platónico Hipias Mayor (8) se plantea explícitamente por primera vez la cuestión de la Belleza en sentido filosófico. Al principio de la conversación entre Sócrates e Hipias encontramos a una hermosa muchacha. Hipias cree que puede responder rápidamente a la pregunta sobre la Belleza utilizando a la muchacha como ejemplo. Durante la conversación, sin embargo, resulta que la Belleza no puede ser una propiedad de las personas y los objetos solamente y que la Belleza tampoco es una cuestión de sentimiento subjetivo. Más bien, la cualidad de los objetos y las personas descritos como dotados de Belleza tiene que ver con la participación de esos objetos en una Belleza que está por encima de las apariencias dadas por los sentidos y cuya esencia está aún por comprender. Platón intenta comprender esta cuestión en su famosa obra Simposio. Allí deja que Sócrates (que por lo demás siempre figura como el sabio que capitanea las discusiones) nos hable de las enseñanzas de la sacerdotisa Diotima, a quien Sócrates había conocido en sus años mozos.

El tema central del Simposio es un homenaje al dios Eros. Así, el amor está en el centro de las conversaciones. Los discursos de Diotima sobre el Amor y la Belleza son entretejidos en la conversación por Sócrates. La aspiración al bien, que Diotima toma como motivo primigenio del hombre, se realiza en "la procreación en lo Bello, tanto en el cuerpo como en el espíritu." "Todos los hombres llevan dentro de sí sustancia procreadora, tanto física como espiritual", le dice Diotima a Sócrates, quien, sin embargo, no la comprende de inmediato, pues lo Bello siempre tiene algo de misterioso, de difícil comprensión. No se puede captar tan fácilmente en toda su profundidad de significado.

El testimonio de Diotima se extiende a cuestiones como la procreación física del ser humano. También incluye las actividades humanas creativas en general en todos los ámbitos del mundo, desde la formación de un alma bella hasta la creación del arte y la filosofía. Lo Feo, en cambio, permanece estéril e improductivo. No genera nada. Sólo conduce a sí mismo, porque el Feo "retiene o inhibe dolorosamente el potencial procreativo". El amor tiene como meta "la generación y el nacimiento en lo Bello", podría decirse; no tiene como meta la Belleza como tal, ya que en la procreación encontramos lo mortal y lo inmortal, en la medida en que esto puede ser logrado por los seres humanos biológicos.

Esto apunta a la peculiar naturaleza de la Bella no como una cualidad a alcanzar en un sentido material, sino como un poder del ser humano para transformar el mundo, para desarrollar el mundo creativamente hacia la Belleza. En Platón, sobre todo, las apariencias sensuales, mentales y espirituales de lo Bello tienen como base común la idea omnicomprensiva de la Belleza primordial, que a su vez conduce a la virtud y, por tanto, a la verdad.

En esta cita se percibe un evidente apego al ideal y al espíritu.l, al que hay que enfrentarse hoy. La pregunta: ¿la amenaza de pérdida de la Belleza encuentra como síntoma un sentimiento de alienación de la sustancia espiritual del mundo? Se trata de una cuestión de actualidad. Rudolf Steiner desarrolló un enfoque estético que atribuye a los artistas la tarea de transformar el mundo de los sentidos. Describe un enfoque artístico en el que la referencia al fundamento ideal primordial del mundo se convierte en un principio rector de la praxis artística.

 

3. Goethe, fundador de una nueva ciencia estética

En su ensayo de 1888, a menudo reproducido titulado Goethe, fundador de una nueva ciencia estética, Rudolf Steiner esbozó una teoría estética que retoma el método de Goethe para percibir el mundo. Steiner denominó estética del futuro a esta teoría estética desarrollada sobre los fenómenos del mundo de los sentidos. Pero, ¿cuál es ese futuro? Según Steiner, la Belleza y sus apariencias (el resplandor que brilla en el objeto artísticamente transformado) surgen a través del proceso creativo. El artista hace aparecer la Belleza en su confrontación con la materia por medio del espíritu creador:

"El objeto que el artista nos presenta es más perfecto de lo que es en su estado natural, pero no contiene nada más que su propia perfección inherente. La belleza se encuentra en la tensión entre el objeto como tal y la perfección inherente oculta en el objeto". (9)

- Rudolf Steiner

[Nota del editor: El ensayo de Steiner, que él llamó su "Primer Discurso", fue tema de debate en varias reuniones recientes. Véase el resumen de la reunión del 6 de marzo de 2021 o el resumen de la reunión del 9 de marzo de 2022 por ejemplo].

El artista no imprime una idea en el material desde el exteriorEn lugar de ello, el artista hace aparecer algo que ya está contenido en el material. Se trata de un proceso complejo. Según Rudolf Stei-ner, el proceso artístico no consiste en imprimir la Idea, como concepto ideal, en el material. Más bien, la obra de arte surge durante el proceso artístico mediante una confrontación perceptiva del artista con el material, mediante un continuo cuestionamiento de lo que se ha producido y lo que se vuelve a percibir en cada nueva instancia de compromiso artístico. En este sentido, la forma que aparece y que se juzga una y otra vez durante el proceso artístico desempeña un papel central en las etapas de la creación. Es posible que en este proceso una idea previamente concebida desaparezca por completo y que en su lugar surja algo previamente no imaginado o no previsto, y que este nuevo algo resulte ser "verdadero" o "coherente". Según Steiner, el arte no es la encarnación de una realidad suprasensible o de una Idea que actúa como de fuera hacia dentro sobre el material dado, sino que, por el contrario, el arte es más bien una "remodelación de lo real dado por el sentido" por los poderes creativos del artista. En cuanto a la Belleza, Steiner resume la dimensión y la esencia del proceso creativo artístico en las siguientes palabras al final del ensayo:

"La artista no trae lo divino a la tierra dejándolo fluir en el mundo; eleva lo mundano a lo divino. La belleza es apariencia porque evoca ante nuestros sentidos una realidad que, como tal, aparece como un mundo ideal. Considera el Qué, pero considera más a fondo el Cómo, porque el Cómo es lo que importa. El Qué permanece ligado a lo dado por los sentidos, pero el Cómo revela lo ideal". (10)

- Rudolf Steiner

Es esencial que el material del arte reciba una apariencia ideal a través de la creatividad del artista y que, de este modo, eleve el mundo de lo dado por los sentidos y transforme o espiritualice la materia. La artista crea algo que no existiría sin ella. Así pues, el "mundo" del que se toman los objetos para el proceso artístico no está ya completo de por sí. Necesita al ser humano. El ser humano transforma el mundo, como si se tratara de una segunda creación. Hay que admitir que aquí reside tanto el mayor como el más terrible potencial del ser humano, pues todo depende de para qué utilice sus poderes. Tanto si el mundo se transforma artísticamente como si se hace técnicamente controlable y manipulable, el futuro del ser humano y de la Tierra depende de este terrible potencial del ser humano. Si es necesario, la tecnología también puede tener como premisa un espíritu artístico.

 

4. El arte como principio de diseño para todas las disciplinas

Los esfuerzos de Rudolf Steiner por convertir todos los ámbitos de la vida en arte demuestran que la creación de la Belleza y, por tanto, la creación según los principios artísticos no debe quedar sólo en manos de los artistas y las artes visuales o escénicas. La pedagogía se convierte en el arte de la educación; la medicina, en el arte de curar; la agricultura, en el arte de la agricultura; las ciencias sociales, en el arte social, y así sucesivamente. ¿Qué significa esto? En pedagogía, el niño no se entiende como una mochila en la que se mete todo el conocimiento posible, ni se ve al niño como un objeto que hay que educar según las exigencias y necesidades del Estado y la economía. Por el contrario, el pedagogo como artista de la educación se ve a sí mismo como acompañante de una individualidad en desarrollo único que, como el material del artista descrito anteriormente, ya contiene sus leyes inherentes de desarrollo dentro de sí. El médico, como artista de la curación, también se orienta hacia el paciente como un compañero de camino que acepta la enfermedad como un desafío individual y ayuda al paciente a hacerla comprensible en sus dimensiones física, mental y espiritual y a encontrar formas de hacerle frente. Si, en el mismo sentido, la agricultura se convierte en el arte de cultivar, entonces la granja individual con su gente, animales, plantas, paisaje y clima debe diseñarse como una obra de arte, caso por caso, según la individualidad de la granja y su ubicación en su ecosistema local. La acción pedagógica, el tratamiento médico y la actividad agrícola exigen un individuo creativo que actúe con tacto y flexibilidad, un artista que reconozca a las diferentes personas con respecto a las distintas situaciones y contextos. Podemos percibir aquí una actividad intensamente dialógica, una actividad que crea frescura con respecto a las circunstancias dadas y con respecto a las personas implicadas.

Si el proceso artístico actual es un equilibrio entre las fuerzas de lo Bello y lo Feo (entre las fuerzas luciféricas que se disuelven y las fuerzas ahrimánicas que se endurecen), entonces se amplía la visión platónica de lo Bello. En la era del alma consciente, esta visión también se amplía hacia la actividad del individuo, que en cada caso lucha por la Belleza o realiza la Belleza y el equilibrio -o, podríamos decir: la gracia y la armonía. Al mismo tiempo, la firma esencial de nuestra era es precisamente esa actividad a través de la cual el sentido dado se eleva a un reino ideal-espiritual.

[Nota del editor: Para una discusión sobre "La Gracia y el Misterio de Ser Humano", véase el documento resumen de la reunión del 21 de febrero de 2022 en el que hablamos del ensayo de Heinrich von Kleist Sobre el teatro de marionetas.]

 

5. Belleza y espíritu

Si examinamos una anotación del cuaderno de Rudolf Steiner de 1918, la importancia de la Belleza se hace evidente:

"La conexión con el espíritu se rompe si no la mantiene la Belleza. La Belleza une el yo al cuerpo". (11)

- Rudolf Steiner

Aquí no se trata de la creación de lo Bello como tal, sino del efecto de la BellezaLa Belleza, como realización del espíritu en los fenómenos del mundo sensorial, tiene por tanto la capacidad de permitir a quien la contempla tener una experiencia espiritual. Como realización del espíritu en los fenómenos del mundo sensorial, la Belleza tiene, por consiguiente, la capacidad de permitir que quien la contempla tenga una experiencia espiritual. Y, en la medida en que el ser humano es un yo, su naturaleza espiritual es abordada a través de la Belleza. Siente que se ha realizado algo en el mundo que le concierne como ser espiritual. También podría decirse que le recuerda su hogar espiritual y su identidad. El "Vínculo" mencionado por Han recibe aquí un marco de referencia tangible: es la conexión entre el espíritu y el cuerpo, entre el "ser-yo" y el ser físico.

El "yo" es el centro de esta actividad que da forma a las fuerzas anímicas del pensar, el sentir y el querer. Como tesis, se puede deducir de la anotación del cuaderno que, a menos que la Belleza pueda actuar como mediadora de una conexión con el mundo, el "yo" no puede establecer una relación con el cuerpo; en consecuencia, el espíritu queda aislado del cuerpo. Esta consecuencia conllevaría la pérdida de lo espiritual y una orientación hacia lo meramente sensorial de la materialidad. Los efectos de esta orientación pueden percibirse como la tendencia general de nuestra época actual.

Desde la época del virus Covid Corona, e incluso antes de ese acontecimiento, ha surgido la cuestión de la "relevancia para el sistema" del arte y la cultura. Si se relaciona esta cuestión, que ha surgido en muchos lugares, con una cita del popular libro Homo Deus del transhumanista Yuval Noah Harari, nuestra situación actual resulta aún más clara:

"En cuanto la gente crea (con razón o sin ella) que tiene serias posibilidades de escapar a la muerte, el deseo de vivir hará que ya no quiera tirar del destartalado vagón del arte, la ideología y la religión; se lanzará hacia adelante, como una avalancha". (12)

- Yuval Noah Harari

El deseo de vida se refiere a la supervivencia puramente física, desnuda, que ha perdido alma o dimensión espiritual. La "caída hacia adelante" es una caída en un mundo material determinado por algoritmos, en el que el yo-ser libre y creativo ya no existe porque una masa controlada mecánicamente (avalancha) ha ocupado su lugar. Cuando Dostoievski escribe: "La belleza salva al mundo", queda clara la importancia del arte y la cultura. La belleza no es una preocupación por el diseño de apariencias superficiales agradables, es una preocupación por la dimensión profunda del corazón de nuestra existencia. El futuro depende de la Belleza, especialmente en tiempos de guerra.

"La belleza salva al mundo".

- Fiódor Dostoievski

Notas finales:
1 François Cheng, Cinco meditaciones sobre la belleza. 2ª edición, Múnich 2017, p. 16.
2 Ibid.
3 Rudolf Steiner, La misión de Miguel. Conferencia del 23 de noviembre de 1919, GA 194, 3ª edición 1983, p. 57.
4 Byung Chul Han, La salvación de lo bello. Fráncfort del Meno 2015.
5 Ibid, p. 97.
6 Ibid, p. 96.
7 Platón, Symposion. 211 b.
8 Platón, Obras Completas: Hipias el Mayor. 287 bf, traducción de Ludwig Georgii, Heidelberg 1982.
9 Rudolf Steiner, Goethe como padre de una nueva estética. En: Kunst und Kunsterkenntnis, GA 271, p. 3.
10 Ibid, p. 32 y ss.
11 Rudolf Steiner, Wahrspruchworte. GA 40, P. 217.
12 Noah Yuval Harari, Homo Deus. Múnich 2017, p. 51.