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Nuestra reunión del 30 de abril de 2022 de la Sección de Artes Literarias y Humanidades de la Escuela para la Ciencia Espiritual en Norteamérica contó con la participación de Arie van Amerigen de Montreal, Canadá. Arie nos habló de su publicación de 2021: La meditación de la Piedra Fundamental y los retos de nuestro tiempo.
Este libro consta de catorce ensayos personales reflexivos de personas que han utilizado la Meditación de la Piedra Fundamental como práctica de meditación centrada durante muchos años. En los ensayos encontrarás un amplio espectro de experiencias: desde la arquitectura a la agricultura, desde la música a la filosofía... e incluso más que eso.
Para que se hagan una idea del estilo y el contenido de la publicación, he aquí una breve selección del ensayo que encabeza el libro, escrito por Christiane Haid, y algunos párrafos del prólogo, escrito por el poeta Philip Thatcher. Christiane y Philip han participado recientemente en nuestros encuentros.
La piedra angular
Metamorfosis de la Piedra Fundamental -
De la primera piedra de 1913 a la primera piedra de 1923
por Christiane Haid
La doble piedra angular
En dos discursos conmemorativos pronunciados en 1914 y 1916 sobre la colocación de la primera piedra en 1913, Rudolf Steiner habla de una segunda piedra que aún está por llegar, cuando se hayan cumplido determinados requisitos. Este hecho me sorprendió y me conmovió, y así empecé a ocuparme más de cerca de ambos acontecimientos de la Piedra Fundamental, la colocación física de la Piedra Fundamental de 1913 y la espiritual de 1923, y descubrí que ambas forman un todo inseparable.
En un discurso pronunciado el 20 de septiembre de 1916, en plena Primera Guerra Mundial, Rudolf Steiner se remonta a la colocación de la Piedra Fundamental que tuvo lugar tres años antes, y describe -en subjuntivo, lo cual es llamativo- el objetivo de que la buena voluntad que se refiere a la construcción del primer Goetheanum, evolucione ahora también hacia una comprensión para la tarea particular del edificio. Evidentemente, esta comprensión no estaba suficientemente disponible en el momento de la colocación de la primera piedra. Si esto tuviera lugar, como dice Rudolf Steiner, "entonces en todas nuestras almas podrá formarse la otra Piedra Fundamental, que llevará espiritualmente al mundo - multiplicándose manifiestamente - lo que, para nuestras mentes, debía erigirse sobre la Piedra Fundamental física que confiamos a la tierra hace tres años aquí en esta colina". El edificio físico iba a ser la base de una intención y un movimiento espirituales mucho mayores que irradiarían hacia el mundo, lo que aquí se pone en relación con la comprensión de la segunda piedra fundamental. Para examinar más de cerca el desarrollo de esta segunda piedra fundamental, primero me gustaría retroceder un poco más en el tiempo y esbozar cómo se desarrolló el concepto de construcción como impulso espiritual dentro del movimiento teosófico antes de que este impulso pudiera realizarse como construcción.
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Del prólogo
Por Philip Thatcher
Empecemos imaginando la Meditación de la Piedra Fundamental como una piedra, firme al tacto y resistente inicialmente a nuestro sondeo hasta que, al mantenerla dentro de nuestro pensamiento, sentimiento y voluntad, nuestro calor humano empieza a penetrar en ella.
Hay un dicho inuit que dice que los espíritus nos buscan de vez en cuando porque necesitan nuestro calor. A cambio, nos abrirán a lo que realmente pensamos: el calor de los corazones de los pastores que conducen hacia las sabias cabezas de los reyes. A lo largo de las indicaciones de Rudolf Steiner vive la imagen del organismo del calor humano como lugar de encuentro entre las esferas ascendentes y descendentes del cosmos, del calor del alma como don humano primigenio, tan antiguo como su nacimiento en los oscuros fuegos del Viejo Saturno y como se refleja en el resplandor de las rocas de lava en el centro de una ceremonia de cabaña de sudación.
Si emprendes una búsqueda de visión, el anciano que te guía puede darte piedras o indicarte que encuentres piedras que sostendrás de vez en cuando durante la búsqueda. Cuando la búsqueda haya hecho su trabajo por el momento, puedes quedarte una piedra para ti, devolver otra a la naturaleza y dar otra a alguien que necesite ese regalo, cada piedra con el calor que le has aportado, conduciendo hacia una nueva visión del mundo y de nosotros mismos.
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Más sobre los colaboradores
La ilustración que encabeza este resumen de la reunión procede del ensayo de Rüdiger Janisch "Vivir con la piedra fundamental La meditación y el Goetheanum espiritual" (utilizado con permiso de la editorial).